Decenas de perros que acompañan fielmente a los peregrinos que conmemoran la aparición de la virgen de Guadalupe en la Basílica se llevan la peor parte, porque cuando sus dueños regresan a casa lo hacen en autobuses por lo que las mascotas quedan varadas en la gran ciudad.
Aunque quedan desamparados, la Asociación Mexicana por los Derechos de los Animales (Amedea) elaboró una misión de rescate para aquellos animales que son abandonados en las inmediaciones de la Basílica de Guadalupe.