La mayoría de primates, por lo general, tienen sus partos durante la noche para evitar la interferencia de predadores y también para que la madre tenga tiempo de recuperarse y empezar a amamantar al recién nacido. Por esa razón las observaciones de nacimientos de primates salvajes son escasas y no es extraño que después de cinco años de análisis, por primera vez un grupo de investigadores haya logrado ver este evento bajo la luz del día.
Sin embargo, la verdadera sorpresa fue esta: la madre contó con la ayuda incondicional de otra hembra durante el parto.
Anteriormente se creía que este comportamiento era una consecuencia de la posición del feto en los primates, pero hace poco se corroboró que la orientación es similar a la de sus “parientes” humanos.
Durante este caso puntual, fue evidente que la mica ayudante se acercó justamente cuando la madre se mostró agitada
Cuando las contracciones comenzaron ella permaneció cerca y más tarde le ayudó a sacar al bebé. La madre alimentó al recién nacido y lo lamió para bañarlo. Luego le permitió a su congénere alzar a la cría, rechazando a los demás micos que se acercaron con esta intención.
Fuente: http://www.upsocl.com/

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